Esta es una foto del expositor de pastas, bombones y tartas. Lo cierto es que hay tantas que no sabes cuáles elegir. El camarero te acompaña y te va poniendo en un platito lo que le vas diciendo así que puedes aprovechar para pedirle recomendaciones!
La tetera con el té que se tomó mi madre. Como en esta ocasión tardaron un rato (largo) en servirnos, el camarero se disculpó y nos invitó a unas cuantas pastitas más!
Esto es lo que nos tomamos para merendar! A mí lo que más me gustó fueron los tocinillos de cielo y unas pastitas de almendra muy ricas...ummm...
Una vista a la barra, tenían muchos cacharritos antiguos y un hornillo en el que preparaban unas tostaditas de queso que habrían hecho las delicias del Gabri. Por cierto, que en la tienda también venden quesos!!!
Mí madre muy contenta por la merienda que nos íbamos a meter entre pecho y espalda. Luego tuvimos un golpe de suerte y encontramos una zapatería en donde liquidaban zapatos buenos y de marca a precios de risa, allí también arrasamos...
2 comentarios:
Jo, qué suerte! Lástima que yo no tuve tiempo de quedarme a merendar!!!
Todo tiene una pinta estupenda... Y tu madre es muyyyyyy guapa. Ahora veo a quien sales tu.
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